En el primer fin de semana en Lisboa dediqué una parte considerable del tiempo a dar paseos, simplemente a patear dirían muchos de los que conozco. Pues pateando y pateando llegamos al Castelo de São Jorge, visita obligada. El único problema es que ya pasaban de las 6 de la tarde por lo que el acceso al recinto estaba vedado a los mirones. No nos quedó más remedio que seguir callejeando por la zona. Tiempo más tarde he descubierto que esa zona es llamada el Bairro Medieval, siendo el único punto de Lisboa que sobrevivió en pie después del gran terremoto.
Allí encontré la primera sorpresa del tema que me ocupa... El URINOL!!! se trata de un baño público graciosamente señalizado. Esta “casa de baño” tan peculiar no es más que una forma inteligente de aprovechar un rincón ya de por si propicio para micciones intempestivas.
La segunda sorpresa es justo de este fin de semana. Por aquí les encanta el tema de perder el tiempo en los centros comerciales... y yo decidí ponerme a hacer la compra en el Continente a las 23.30 h., una hora de lo más normal por aquí para decidir entre galletas recubiertas de chocolate, galletas rellenas de chocolate o galletas chocolateadas; limones o limas, cereales integrales o azucarados...
En fin, que me voy del tema... el caso es que en ese mismo centro comercial, el Vasco da Gama en la estación de Oriente (suena a Reyes Magos con regalos, soy muy consciente), tienen unos baños francamente simpáticos. Para muestra os dejo dos botones:
En uno de los baños la decoración era más mercantilista: tarjetas de crédito, monedas y billetes por doquier.
En el otro un toque más chapado a la antigua... para aquellos jóvenes que no los reconozcan diré que se trata de carretes de fotos, objetos del ya pasado s. XX.
El tema promete ser cuanto menos interesante, así que seguiré entrando en las casas de banho públicas (con el peligro que eso conlleva para mi salud olfativa ) a ver si localizo más puntos de interés.
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