viernes, 28 de enero de 2011

Arroz con tin chicken_Concurso ¡Aprovéchame! de ¡Sano y de rechupete!

Segunda receta que quiero presentar para el concurso ¡Aprovéchame! (crucemos los dedos).
La verdad es que en casa procuro aprovechar todo, lo de tirar comida es un pecado.

La cena de hoy es la consecuencia del Tin Chicken que preparé el miércoles (la foto es del primero que hice hace unos meses...). Esta forma de preparar el pollo me encanta, da muy poco trabajo y el pollo queda jugosísimo ya que aprovecha los vapores que salen de la lata para cocinarse. La cuestión es que somos dos en casa... siempre acaba sobrando y tengo que convertirlo en nuevos platos.

Esta noche aproveché la carne de una pechuga y las alas, las uní a un pimiento morrón de lata y a un poco del caldo que preparé con la carcasa (lo dicho, no se desperdicia nada). El resto del caldo lo he guardado en tupper herméticos en el congelador, para futuras preparaciones.



Hice un sofrito con cebolla, cuando estaba doradita le añadí el pimiento picado, el pollo en trocitos y un buen puñado de perejil picado.



Acto seguido le tocó el turno al arroz; dejé que asumiera el sabor de todos los ingredientes durante un par de minutos. Unas cuantas verduritas congeladas (zanahorias baby, guisantes y brécol) y después el caldito (desengrasado tras el paso por un colador fino).



Lo dejé cocinar unos 20 minutos a fuego lento. Finalmente incorporé un poco de salsa de tomate y un pelín más de agua (se estaba quedando seco).

Lo puse a fuego muy muy muy suave y lo dejé ahí una media horita. La idea era que el fondo del arroz se convirtiera en Tahdig, como lo llaman los persas, o en costrita (de la de toda la vida). Uhmmmm, estaba buenísimo, promesa!!



Ya metida en faena he preparado también dos tiramisú para una cena que tengo mañana, el clásico de cacao y una novedad con frutos rojos.

domingo, 23 de enero de 2011

Con calabacines_Concurso ¡Aprovéchame! de ¡Sano y de rechupete!

Leyendo esta tarde el precioso blog de Alma me entero de que hay un concurso en iSano y de rechupete! que consiste en crear recetas sanas fruto del aprovechamiento en la nevera. Primer concurso al que me uno... pero es que ha sido leerlo y pensar que ya tenía una receta para utilizar. Considerando que hoy es domingo y que hace mucho que no hago la compra... creo que la receta que he hecho hoy para comer podría entrar en esa categoría.

Hace días compré unos calabacines para hacer esta receta y dos de ellos que quedaron solitos y abandonados en la fria soledad de la nevera. La primera idea fue hacerlos rellenos pero... habéis intentado quitar la pulpa de un calabacín muy fresco y estrecho?? se rompe, se parte, es casi imposible. Tuve que improvisar, así que decidi hacer una especie de pastel de calabacín.


(al fondo mi bata y yo)

Corté el calabacín en pedacitos y lo poché con cebolla; para aromatizarlo puse un poco de sal, albahaca y pimientas (negra, blanca y rosa). Después incorporé dos latas de atún escurrido. Por otro lado preparé una bechamel muy ligera: aceite de oliva, harina, leche, pimienta y sal. Incorporé la bechamel a la mezcla y todo para una minifuente de horno. Por encima, el poco queso Grana Padano rayano que me quedaba.



Estuvo en el horno unos 20 minutos y al salir, una delicia!! quedó como una pasta de calabacín suave y jugosa. Lo acompañé con el arroz que había sobrado de un gheymeh y unas tortillas mexicanas.





Ah! y de postre aproveché también unos bizcochitos rojos desmigándolos y cubriéndolos de crema pastelera, ñam!! (Apunte: con un poco de canela se ponen de vicio!!)