Dos meses después el tema no avanza como yo esperaba, el tiempo que hemos tenido en marzo y gran parte de abril no ha sido propicio para la fotosíntesis y mis pequeñas plantitas no han tenido mucho poder de crecimiento.
Los rabanitos fueron los primeros en sucumbir; después de haber crecido muy rápido se marchitaron a la misma velocidad. Huelga decir que no desarrollaron raíz comestible en forma de rábano y que mi ensalada se quedó huérfana.
El perejil sigue creciendo pero aún no me he atrevido a cortar brotes para cocinar, lo veo aún demasiado flacucho y tengo miedo de que si me pongo a cortar me quede sin planta.
La tomatera y la alhabaca van más lentas que el caballo del malo. La parte buena es que las plantitas se ven sanas, toca tener paciencia.
Las clavelinas siguen buscando el sol y creciendo. Tardaré mucho en tener flores pero estoy optimista respecto al resultado final.
La mayor alegría son los pepinillos. Esas plantas sí están creciendo a buen ritmo y ya he tenido que ponerles unos palitos para ayudar a que sigan creciendo bien altas. Creo que les ha beneficiado estar entre dos plantas ya crecidas, han crecido protegidas y parece que con buena salud.
Estoy un poco arrepentida de no haber comprado brotes o plantas ya crecidas y hacer un replante. La idea era hacer crecer desde cero mi jardín, pero ya me he dado cuenta de que es un trabajo a muy largo plazo. Es posible que con las clavelinas haga trampa compre un par de plantas con flores y las entremezcle, mi paciencia no da para seguir a este ritmo.
Día 1
Día 22