Pasear por Viena es ver un sin número de pastelerias en las que se ofrecen básicamente dos cosas: Tartas Sacher y Bombones Mozart.
Ayer quería hacer una tarta y se me ocurrió probar suerte con la Sacher, una verdadera bomba de mantequilla y chocolate. Aproveché esta receta, con algunas modificaciones madeinrebeca (soy incapaz de seguir una receta al pie de la letra, nunca consigo hacer dos pasteles idénticos...). El primer paso estaba dado.
La parte más complicada de esta tarta es rellenarla, a ver quién es la maja que consigue cortar un bizcocho sacher sin romperlo!!Al no conseguir mermelada de albaricoque, la cuestión fue solucionada con melocotón.
Lo mejor de esta tarta, un descubrimiento a ser aprovechado en posteriores ocasiones, es la cobertura: chocolate, nata y mantequilla. Cuando se enfría queda con un color brillante y una textura semirígida, le da a cualquier bollo un aspecto profesional (en la foto aún está calentita, no había paciencia para esperar...)
El paso final fue convertirla en una tarta de cumpleaños, lo que incluye gominolas de colores, no podía ser menos!!!
Ahora el planteamiento es experimentar repostería portuguesa, léase Bolo Brigadeiro... (otra bomba de mantequilla y chocolate, pero que además lleva mousse de chocolate!!!) Con calma, con calmita...
Actualización: parece haber sido todo un éxito!Después de una atacada, presenta este aspecto:
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