Parece mentira, pero cuando uno está fuera de casa las cosas más peregrinas hacen que la memoria se active. Esta tarde he comprado fresas y, a decir verdad, ni me he fijado mucho en el envase. Sólo al llegar a casa me he dado cuenta de que son auténticas fresas del Lepe!!!
Me han hecho recordar mil y un chistes tontos de cuando era niña. Puede sonar extraño, pero esos chistes han hecho que tenga un extraño y especial cariño por el pueblo del Lepe sin conocerlo, siempre he pensado que la gente de por allí debía ser buena gente.
Pdta: No me puedo resistir...
¿Por qué los del Lepe no salen nunca de su pueblo? Pues porque en la salida hay un letrero que dice "huelva".
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