sábado, 14 de agosto de 2010

Eugenio

El otro día, en una conversación con gente del otro lado del charco, a modo de ilustración del mejor humor patrio y en unión con un santanderino, estuvimos recordando partes de monólogos del genial Gila.

Eso me llevó a recordar chistes de mi infancia, tengo que destacar en especial este de Eugenio.

Me lo llegué a aprender de memoria siendo muy pequeña y se lo contaba a todo aquel que quisiera escucharme:

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