Es un rincón de Lisboa al que tuvieron que llevarme, no queda de paso y no se localiza si no lo vas buscando... pero sin duda, merece la pena la visita: Lost In Lisboa.
En su página web puedes hacer un recorrido virtual por el lugar y hacerte una idea de los maravillosas que son las vistas de la ciudad desde su terraza.
Tengo muchas ganas de ir en verano, porque ahora la terraza está cerrada para proteger a los ocupantes del frío y la decoración no es tan alegre, aunque sigue siendo vistosa.
Tienen el detalle de ofrecerte mantitas contra el frío lo que nos hizo sentirnos muy cómodas; estábamos todas arropaditas frente a nuestros tés y disfrutando de una visión nocturna de la ciudad en el amparo de una zona libre del ruido del tráfico. Es un oasis de paz al que hay que ir sin prisas.
Muy al estilo portugués, elegimos para una merienda-cena unas tostas (6 euros). La mía era de jamón serrano con brie y tomate fresco, estaba buenísima. Acompañamos con té negro (2,50 euros) para ayudar a matar el frío. El lugar no es especialmente barato, pero merece la pena el pagar un pelín más y poder disfrutar del ambiente que se genera en el lugar.
Por cierto, estábamos rodeadas de no-portugueses; se nota que es un lugar que encandila a los turistas una vez lo conocen.
Muchas gracias Zoraida por descubrírmelo!!!
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