El otro día, en el trabajo estuvimos debatiendo sobre lo que sería poder trabajar desde casa. Se discutió sobre si la empresa debería confiar en el trabajador y en el que el trabajo sí será hecho y se plantearon las situaciones de ahorro para la empresa a nivel de material, gasto en luz y derivados.
Por mi parte, considero que no podría realizar un trabajo a largo plazo sólo desde casa. Necesito una rutina, una obligación de horario y lugares diferentes para el trabajo y el relax. Sí agradecería poder, de tanto en tanto, quedarme en casa y gestionar el trabajo del día (sobre todo en esos días de invierno en los que salir de la cama es una tortura).
A modo de resumen sobre lo expuesto, baste una genial viñeta:
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