Marchlands

Festivo, trancazo y lluvia por la ventana.

Me he visto los cinco capítulos de Marchlands del tirón.

Si algo me gusta de las series ingleses es que no se andan por las ramas ni estiran tramas hasta el infinito. Cuentan lo que tienen que contar en su tiempo preciso, son una raza puntual hasta en eso.



La serie transcurre en tres tiempos. Seguimos la historia de tres familias que viven en la misma casa en diferentes décadas: en los `60, en los `80 y en el 2010. Desde el principio se nos plantea un misterio a resolver y queda muy claro que las tres familias están relacionadas en base a ese misterio.

En los cinco capítulos la historia queda despachada y cerrada, todas las tramas descubiertas. Si hubieran querido contar lo mismo en una temporada americana (20-24 capítulos) para mi gusto, la cosa se habría tornado imposible. De este modo, se me ha hecho cortísima e intensa; cada capítulo se pasa en un cerrar de ojos dejándote con ganas de más, como debería de ser siempre. De todos modos, debo reconocer que, en ocasiones, el cambio de una época a otra es demasiado brusco; hacen que las tramas avancen a pinceladas casi de segundos, lo que puede confundir al espectador.

Me ha encantado el detalle de que en la cabecera han colocado los nombres de los protagonistas agrupados en familias siendo que en cada episodio el orden de aparición de los nombres ha variado; una forma de repartir el protagonismo en los créditos para una serie que es, sobre todo, muy coral.

Respecto a los personajes, siendo que todos están muy bien, sobre todo ellas, destacar a dos de las mujeres:



- Tessa Peake-Jones como Evelyn Bowen: Para mi gusto es el personaje mejor trazado y el que más miedo da. Cada mirada de este mujer te pone los pelos de punta, cada gesto contenido es un ejemplo de flema británica. Está maravillosa.



- Alex Kingston como Helen Maynard: esta actriz tiene mi adoración desde su aparición en Urgencias (ER). Es preciosa, inteligente, fuerte y con carácter. Nunca podría haber hecho el papel de Ruth Bowen, ya que ella no se habría quedado seis meses llorando la pérdida, habría removido Roma con Santiago, habría creado una unidad de investigación criminal de ser necesario.


Alice