A las cuatro de la tarde me dispongo a preparar una ensalada para acompañar un pollo al churrasco... y acabo haciendo un tómtum revolútum de todo lo que me fui encontrando.
La traigo porque quiero comentar un descubrimiento reciente: el maíz congelado. Hasta ahora siempre había comprado el maíz de dos formas: en grano y lata o como mazorca entera. El maíz de lata nunca me acababa de convencer para las ensaladas por ser demasiado dulce y por el liquidillo pringoso que siempre trae. Paseando entre los congelados vi un paquete de maíz congelado que indicaba que el producto estaba en crudo y que tenía que ser cocido para su uso.
Me decidí a probarlo y el resultado me encanta; para que esté listo basta con colocarlo en un recipiente con agua y sal, cubrirlo con film plástico y meterlo en el micro unos seis minutos a temperatura máxima. El resultado es un maíz crujiente con el punto justo de dulzor. Además el paquete es muy barato (cosa de un euro los 600 gramos) por lo que el asunto sale mucho más barato que la alternativa de lata.
El resto de ingredientes de esta super ensalada son: lechuga, rabanetes, zanahoria, remolacha, pepino, tomate, queso de bola, pasta cocida, huevo cocido y aceitunas con anchoa.
El aliño fue muy simple: aceite de oliva, vinagre balsámico, sal y albahaca.
Para acompañar la comida tardía de verano, un vino verde bien fresco! Ñammm!!
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