Esta primavera ya vivimos la cruda realidad del Primark, esa sutil diferencia entre lo visto en el catálago y lo catado en la tienda.
En otoño no podía ser menos y también tenemos ración.
Recordáis aquel vestido rosa que dije que me gustaría tener? Pues lo he encontrado en la tienda al módico precio de 25,95 euros. No los vale. Por eso tenían todo un perchero lleno de vestidos a los que nadie daba atención.
Me gustaría saber quién es el sádico que ha decidido hacernos esto temporada tras temporada. Lo triste es que acabarán teniendo que venderlo a precio de trapo (que es justo lo que es) y desperdiciando un bonito diseño que nos habría encantado tener si la tela fuera un poco más decente y el largo se pareciera realmente al del catálogo.
Por cierto, ahora que veo la entrada editada, mi foto es mucho mejor que la realidad en la tienda; los focos nos engañan una y otra vez!
2 comentarios:
Bueno bueno bueno!!!!no parecen lo mismo ni por asomo, el del catálogo como tu bien dices es un vestido muy mono, el de la tienda como mucho me lo pondría de camisa en verano con evidentemente algo por debajo, que chasco!!!!!!!
Lo has clavado, tiene mas pinta de camiseta que de otra cosa!
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