Este verano he probado el mundo del submarinismo en alta mar. La experiencia está pensada para aquellos que no tienen ni idea y que nunca se han aventurado en el submarinismo con botella.
Los únicos requisitos esenciales son saber nadar y no tener problemas de oidos o corazón.
El instructor no sólo te guía en como debes respirar, sino que te acompaña todo el tiempo llevándote cogido de la botella y controlando el aire del chaleco; lo único que hay que hacer es dejarse llevar y disfrutar del momento.
Nosotros realizamos el viaje en Sesimbra, en el Club Cipreia. Sólo hay que llevar un traje de baño y una toalla, el resto de lo proporcionan ellos.
Por suerte mi traje fue de los que tienen 10mm de grosor, porque cogimos un día en el que el agua estaba congelada (lo noté en las manos porque no llevaba guantes).
Tuve la fortuna de ver un pequeño pulpo al que estuvimos persiguiendo, el problecillo iba escupiendo pequeños chorros de tinta y parecía mirarnos como diciendo "dejar de dar el coñazo".
Descubrí que también tienen cursos de fotografía submarina y que incluso hacen salidas nocturnas; me toca sacar el título de submarinismo antes, pero todo se andará!!
Una experiencia altamente recomendable.
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